Al pie de la Cruz

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Hoy leí de un jovencito que tenía problemas viviendo la vida cristiana. Fue a donde su Pastor. El pastor le dijo que fuera a ver un cuadro específico en el museo. En el museo, el guía lo llevó a un gran salón, en donde un cuadro adornaba toda la pared. El joven al ver el cuadro sintió repulsión por lo que vio. Era una pintura de Cristo en la cruz, pero parecía que estaba fuera de balance. Lucía grotesco, horrible. El guía le dijo: “Jovencito, necesitas acercarte más.” El joven se acercó más. “Ahora necesitas agacharte.” Y el joven se agachó. “Ahora, más cerca y más abajo.” Antes de que el joven se diera cuenta, se encontró de rodillas al pie de la cruz, y cuando miró hacia arriba, entendió por completo la pintura total, un hermoso cuadro. Hasta que usted no esté dispuesto a tomar su lugar al pie de la cruz, la vida cristiana nunca tendrá ningún sentido para usted, tampoco. Piensa y medita en lo que Jesucristo experimentó, al sufrir la angustia, las acusaciones, los azotes, las burlas y al final la crucifixión, como expiación por todos tus pecados. .